Letras animadas

El proyecto  Letras Animadas ha sido creado como recurso de intervención terapéutica en trastornos de la lectoescritura o dificultades en su adquisición en niños mayores de cinco años. El personaje que representa cada letra animada protagoniza un video que nos hace sonreír y que se acompaña de multitud de actividades para trabajar la lectoescritura desde una estimulante perspectiva: la de divertirse con las letras fuera del ámbito escolar.  

El proceso de asociación estímulo visual–estímulo fonológico que los niños aprenden de forma natural durante los cursos de primaria, resulta complicado para quienes padecen dislexia o trastorno de aprendizaje de la lectura. La mayoría de los niños aprenden las letras con apoyo visual, es decir, asociando el sonido a la grafía, pero en los niños con trastornos en la adquisición de la lectoescritura esta repetición exige un entrenamiento sistemático y exhaustivo, que podemos apoyar a través de otros canales. Todos los juegos y estrategias de aprendizaje que presentamos con esta serie de vídeos comparten un factor común: el uso de diferentes vías sensoriales (vista, oído, tacto) y de facilitadores fonológicos, semánticos y motrices en situaciones de gran valor para el aprendiz por su carácter experiencial.

¿Por qué elegimos tipografía de imprenta para los personajes?

Durante la adquisición del código escrito, algunos niños tienen dificultades para asociar la grafía con el fonema correspondiente, debido a que el código escrito está compuesto por figuras que se relacionan de manera arbitraria con los diferentes sonidos del lenguaje que representan. Los aprendices comienzan decodificando la letra ligada para, una vez en primaria, dar el salto a la letra de imprenta. El niño sin dificultades puede aprender varias equivalencias (un mismo sonido se representa de diferentes maneras), pero este aprendizaje resulta mucho más costoso para el niño con dislexia u otro trastorno del aprendizaje. ¿Por qué no simplificar las cosas entonces? ¿Por qué comenzar el aprendizaje de la lectura con la letra ligada para pasar después a la letra de imprenta? ¿Aporta beneficios este procedimiento? Nosotros somos de la opinión de que este sistema no hace más que complicar las cosas al niño con problemas de adquisición de la lectoescritura.

¿Cómo organizamos las actividades?

Todas las letras incluyen actividades perceptivas y manipulativas -siempre divertidas- para que el niño se familiarice con el sonido y la forma. Estas actividades son previas al uso del lápiz y el papel: vamos a leer y a escribir, pero sin lápices ni lecturas.

Las actividades se organizan en cuatro apartados:

  1. IDENTIFICACIÓN DEL SONIDO/FONEMA: presentamos al niño el sonido aislado (canal auditivo) de la letra para que aprenda a identificarlo en el habla cotidiana. Utilizamos para ello gestos facilitadores y nos centramos en las características del sonido.
  2. RECONOCIMIENTO FORMA/GRAFÍA: presentamos al niño (canal visual) la forma arbitraria que representa el sonido trabajado. Tendrá que reconocer esa forma en distintos entornos.
  3. ASOCIACIÓN FONEMA-GRAFÍA: cuando el niño es capaz de identificar el sonido y reconocer su grafía, realizamos la integración auditivo-visual. La repetición sistemática y el entrenamiento DIARIO de este proceso automatizará la decodificación y será la clave del éxito.
  4. EJECUCIÓN DE LA GRAFÍA: el niño aprende finalmente el trazo o el dibujo correspondiente a la grafía que representa el sonido trabajado.